Motivo sería la falta de acuerdos en las organizaciones sociales.
Si bien el proceso de revocatoria contra el gobernador regional, Werner Salcedo, su vicegobernadora, Noely Loaiza, y los 22 consejeros regionales, empezó con mucha intensidad, a estas alturas se habría debilitado, así lo entienden algunas autoridades que apoyan esta medida.
NO PASA NADA. Por ejemplo, el consejero regional, Miguel Olivera, reconoce que con una segunda solicitud de kit que sería solo para la autoridad regional, se afectaría el proceso y por ende el propósito. Refirió que esta situación hace ver que no habría unidad entre las organizaciones para dicho proceso.
Explicó que, muchos sectores apoyaban la medida al considerar que las organizaciones sociales habían tomado acuerdos conjuntos para llevar adelante dicho proceso, sin embargo, hoy surgen otras instituciones como la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru (Fartac) que pretenden comprar otro kit solo para el gobernador, lo que en su opinión distorsionaría el objetivo principal.
“Yo entendía que cuando se planteó (la revocatoria) se habían puesto de acuerdo las organizaciones sociales, gremiales, sindicales y habían elegido a una sola persona a que haga este trabajo. Ya salió un segundo (pedido) y si sale un tercero y cuarto, el objetivo (de la revocatoria) ya va a perder un poco de peso”, reconoció; más aún si se considera que las firmas de dos kits distintos, según la Onpe, no pueden contabilizarse juntas.
En tanto, consultado si habría intención desde el gobierno regional de contrarrestar el proceso de revocatoria utilizando otros gremios, Olivera prefirió no opinar, pero dijo que “todo puede suceder en política y que nada es casualidad”.