Elizabeth Galdo, no soportó algunas preguntas durante su visita a Cusco.
La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Elizabeth Galdo, protagonizó este martes un incidente con el reportero de Nueva TV Nacional, Néstor Larico, al arrebatarle el micrófono mientras intentaba formularle una pregunta durante su estadía en Cusco para un encuentro con la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales.
PENOSO. El altercado, que motivó el rechazo de La Asociación Nacional de Periodistas (ANP), ocurrió en las instalaciones del Gobierno Regional, escenario de la reunión a la que acudió, además, el titular de Educación, Morgan Quero; el secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional, Máx Hernández, el gobernador Werner Salcedo; así como representantes de gremios turísticos y de la sociedad civil.
Ante la protesta del hombre de prensa, la seguridad estatal intervino y creó un cerco, mientras Galdo continuaba atendiendo a otras preguntas. “Quiero, amo al Cusco, por eso quiero lo mejor para mi país. Hay tantas preguntas, tantas inquietudes, que voy a cumplir, yo soy madrina del Cusco, para que lo sepan”, dijo en tono bastante alterado.
Otro reportero hizo mención las protestas antigubernamentales que sumaron un saldo de 77 muertos y más de mil personas heridas, pero la ministra no replicó e ingresó a la oficina. A través de un comunicado, la ANP expresó su condena frente a esta ‘reacción hostil’ y remarcó que “ese nivel de intolerancia es impropio de quien ejerce función pública y está sujeta al escrutinio ciudadano”.
FUNCIONARIA ‘BOLUARTE’. La ministra fue juramentada a inicios de abril por la presidenta Dina Boluarte, quien entonces cambió a seis de los 18 titulares de portafolios de cara al pedido de confianza al Congreso. Los movimientos ocurrieron en medio del llamado Rolexgate, un caso por el que enfrenta una investigación por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de declaración.
En este proceso también ha sido citado como testigo el gobernador cusqueño, quien admitió que su homólogo de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, le prestó un reloj Rolex. “Me lo facilitó porque me vio con la muñeca vacía. Así que nosotros accedimos sin pensar ni imaginar de que era un Rolex, sin pensar que las cámaras justas tenían que enfocar mi muñeca”, dijo al añadir que se lo iba a devolver. Oscorima le prestó tres relojes de lujo a la jefa de Estado, según confirmó ella misma.