LA FISCALÍA Y POLICÍA ALLANAN OFICINAS DE CULTURA CUSCO

Trabajadores de Cultura Cusco y personas relacionadas al turismo estarían implicados.

Luego de haberse paralizado el turismo por siete días en Machu Picchu, y luego de una severa afectación a este sector en toda la región Cusco, el último miér­coles, esta medida de protesta llegó a su fin, e inmediatamente, equipos del Ministerio Público y la Policía allanaron las oficinas de la Dirección Desconcentra­da de Cultura Cusco, cuyos tra­bajadores son acusados de pro­piciar el desfalco de millones de soles por concepto de entradas a la maravilla mundial peruana.

SORPRESA. Es así que un equipo formado por especia­listas del Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Corpora­tiva Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Cusco, encabezados por la fis­cal, Fanny Molina, llegó hasta las instalaciones de Cultura Cusco ubicadas en la calle Saphy, a pocas cuadras de la Plaza Ma­yor de Cusco, donde realizaron diligencias de investigación.

“El objetivo de esta intervención es recabar información sobre el presunto uso de máquinas, ambientes y personal de dicha entidad para la venta de boletos turísticos de ingreso a la ciuda­dela inca de Machu Picchu. En la diligencia también partici­pan agentes de la Policía Anti­corrupción de Cusco”, citaron desde la Fiscalía de la Nación. Juntamente a los peritos y es­pecialistas del Ministerio Públi­co, hicieron su ingreso al lugar la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, y el gobernador regio­nal de Cusco, Werner Salcedo, a fin de ser veedores de todo el proceso de investigación y corroborar el estado de todo lo actuado. Ambos salieron del lu­gar sin prestar declaraciones. Más antes la titular de Cultu­ra, había señalado que se ha descubierto toda una mafia al interior de la Dirección Des­concentrada de Cultura de Cusco, encargada hasta hace poco de la venta, reserva y co­bro por los boletos de ingreso a Machu Picchu. La ministra señaló que hay inconsisten­cias hasta por ocho millones de soles entre el número de turistas que ingresó al santua­rio, y la cantidad de dinero in­gresada a las arcas del Estado.

TENTÁCULOS. Este hecho habría propiciado un megaope­rativo, que inició en Cusco y que probablemente se extien­da hasta Machu Picchu Pueblo y todos los lugares donde al­gunos malos trabajadores es­tatales hayan podido corrom­per el sistema de ventas a fin de lograr réditos pecuniarios. Recordemos que el último miér­coles se dio fin a una huelga de siete días que se llevó a cabo en Machu Picchu Pueblo, por la cual se inmovilizaron los trenes y los visitantes nacionales y ex­tranjeros fueron impedidos de ingresar al atractivo turístico.

Los manifestantes acusaban que con la venta de boletos a través de Joinnus se iniciaba un proceso de ‘privatización’ de Machu Picchu y exigían que se regrese al sistema anterior, mientras que desde el sector empresarial citaron que esa solo era una excusa para lo­grar que continúe en vigencia el antiguo sistema de venta de tickets de Cultura Cusco, de­nunciado muchas veces por propiciar el acaparamiento y reventa de entradas, esto últi­mo se vería refrendado con la reciente incursión del Ministe­rio Público a las taquillas mane­jadas por personal de Cultura Cusco.