Es especialista en tratamiento jurídico del patrimonio cultural y conservación.
El cusqueño, Fabricio Valencia, fue designado como nuevo ministro de Cultura. El hoy titular del Mincul es abogado especialista en Patrimonio Cultural y Museología y ha ocupado antes otros cargos en dicha cartera.
Este martes por la mañana, dse anunciaron cambios ministeriales, luego se confirmó que los cambios se darían en las carteras de Vivienda, Cultura, Comercio Exterior y Relaciones Exteriores. En Palacio de Gobierno, la presidenta Dina Boluarte tomó juramento a Fabricio Valencia, quien juró al final.
HOJA DE VIDA. Valencia Gibaja es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y especialista en el tratamiento jurídico del patrimonio cultural. Tiene estudios de maestría en Museología y Gestión Cultural en la Universidad Ricardo Palma y un Posgrado Internacional en Patrimonio y Turismo Sostenible en la Universidad Nacional Tres de Febrero, Buenos Aires – Argentina.
Además es miembro experto del Comité Científico Internacional de Asuntos Legales, Administrativos y Financieros de Icomos.
También ha sido abogado de la Orden Franciscana en la disputa de esta organización religiosa contra la Municipalidad de Lima por las obras en la Plazuela San Francisco a mediados de este año.
Entre los cargos que ha ocupado Valencia Gibaja dentro del Estado es ser jefe del Área de Patrimonio Cultural desde abril de 2012. Además ha sido jefe de la Oficina de Asesoría Legal del Ministerio de Cultura y fue miembro de la Comisión que elaboró el Reglamento de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.
También fue asesor del Ministro de Cultura y del Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales.
En el campo de la docencia, se ha desempeñado como prefosor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y la Universidad de Piura.
En una entrevista, Valencia Gibaja criticó el poco trabajo de prevención en el Ministerio de Cultura para el cuidado del patrimonio arqueológico.
“Según la estadística el Ministerio de Cultura tiene identificados más de 20 mil sitios arqueológicos en todo el país, y esto supera su capacidad logística ampliamente. No hay labores de prevención porque no hay un plan de prevención, no hay un protocolo de intervención. (…) Tampoco hay un protocolo para intervenir sitios en riegos”, sostuvo aquella vez y sería el punto crítico que buscaría solucionar en su gestión.