Pseudo empresarios que lucran con la ilegalidad serán responsables por cualquier atentado.
El periodismo es una actividad profesional, encargada de mostrar lo que otros ocultan, de investigar y denunciar hechos atentatorios contra las personas y la comunidad, en este caso contra Cusco y los cusqueños; sin embargo, es en este afán que este medio de comunicación ha ‘fastidiado’ poderosos intereses y a oscuros personajes, quienes se han atrevido a orquestar un atentado contra una valiente trabajadora del grupo Qosqo Times, quien, a través de reportajes, notas y trabajos de investigación, ha destapado un red criminal, que atenta contra la salud y la vida de los cusqueños a través de discotecas clandestinas e ilegales, que operan al margen de la ley y se apoyan en el brazo más torcido del sicariato para poder callar las voces que les reclaman.
AMENAZAS. Recientemente, la periodista, Karerina Bayona, del grupo Qosqo Times (Semanario Qosqo Times, Canal QT Tv y Diario El Tiempo de Cusco), ha puesto en evidencia un operativo delincuencial que tenía como objetivo un atentado contra su vida. El último viernes 28 de junio, la Policía logró capturar a un sujeto natural de Lima, quien le exigió la suma de mil soles para que los ‘devuelva’ a las personas que lo habían contratado para ‘romperle las piernas’.
El presunto sicario había contactado a la periodista dos días antes y le mostró las conversaciones de WhatsApp donde le daban fotos del frontis del trabajo y del domicilio de Karerina Bayona. También le mostró la solicitud explicita de ‘malograrle la vida’, que le habría realizado un grupo de personas que estarían vinculadas con el negocio de las discotecas en Cusco.
Según la información que Bayona le logró sacar al sicario, este le llegó a contar que fue contratado por una persona que tendría una empresa de seguridad como fachada. Este personaje sería dueño de una empresa que presta servicio a las discotecas que funcionan en distintas zonas de la ciudad. La persona que contrató al sicario ya fue identificada plenamente por la Policía. El líder de esta organización criminal habría restringido su cuenta de Facebook. El contratante también habría realizado transferencias de dinero mediante Yape al sicario limeño, todo a fin de atentar contra la vida la señalada periodista, incluso existe una captura de Yape que fue mostrada por el matón a la periodista.
ATENTADO. “Este sicario nos contactó para que le entreguemos 400 soles y él los pueda devolver a la persona que lo contrató para que me rompan las piernas. He mantenido la calma para sacarle más información y lo he logrado, pues ya tenemos capturas de pantalla y más datos de las personas que están detrás de este atentado que no solo es contra mí, sino, contra mis familiares y en contra de todos los periodistas y trabajadores del canal Qosqo Times”, señaló Karerina Bayona.
La empresa de seguridad prestaría servicio a las discotecas y centros nocturnos que funcionan en el centro de la ciudad, negocios que han comenzado a ser cerrados debido a los informes periodísticos realizados por el grupo Qosqo Times y la periodista Karerina Bayona. Por estos vínculos y pérdidas económicas que estarían sufriendo las discotecas, la Policía no ha descartado que los intentos de atentar contra la vida de Bayona, provengan de este sector conocido como los ‘discotequeros’.
Una vez obtenida la confianza del sicario, la periodista Karerina Bayona denunció los hechos a la Policía que después de algunas coordinaciones, arrestó al matón, el mismo que habría entregado más detalles a la Policía que ya está detrás de los responsables del atentado contra la mujer de prensa.
Sin embargo, de manera inaudita, el fiscal, Carlos Alanya, dejó en libertad al sicario y no realizó mayores constataciones parea dar con todos los responsables de este hecho delictivo, pese a que el hecho se hallaba en flagrancia delictiva, y por lo complicado de la denuncia, podía solicitar su detención preliminar por más tiempo a fin de establecer todos los hechos de presunto sicariato y llegar a dar con los responsables, pero esto no pasó, este mal trabajador del Ministerio Público ni siquiera se apareció en persona para las diligencias, sino que ofició a través de un simple correo electrónico, como si la vida de un periodista que investiga y denuncia no valiera nada.
“El actuar del fiscal (Carlos Alanya) habría sido negligente, pues tenía todas las condiciones para detener a la persona intervenida, por lo menos 48 horas, pues se podía inferir que estaba en flagrancia. Se habría puesto en riesgo toda la investigación pues la evidencia se podría estar destruyendo. Además, lo más riesgoso es que estas personas podrían tratar de atentar nuevamente contra la vida de la periodista. Esto desdice de la función del Ministerio Público. El órgano de control interno debería investigar el comportamiento de este fiscal que debería investigar y combatir el delito y si su actuar ha generado todo lo contrario, la situación es grave”, señaló el abogado Ramiro Alatrista.