¿A QUÉ ESTÁ OBLIGADO ESTE NUEVO PERÚ DE FOSSATI?

Fossati llega tranquilo a pasar su primera prueba con la Selección.

Empecemos por un cariñoso portazo de sinceridad: la Selección peruana es actualmente una de las peores en Sudamérica. Y aunque lo oculta la alegría posreynosista, nos lo recuerda la tabla de posiciones de las Eliminatorias Cada noventa minutos donde, casi siempre, Perú jugaba mal y/o perdía feo. 

ESPERANZA. La etapa invernal del ‘Cabezón’, felizmente, llegó a su fin y esa nube tóxica de desaliento y decepción se marchó para dar paso a un clima primaveral más expectante y positivo con Jorge Fossati a la cabeza. 

La era de Ricardo Gareca tuvo un factor determinante que, muchas veces, pasa desapercibido en los sesudos análisis: el argentino no solamente contó con un discurso unificador y constructivo, capaz de menguar la adversidad y resolver frente a la crisis de cualquier índole; sino que además convivió con el apogeo deportivo de la mayoría de los referentes en su idea de juego. Ahí están Christian Cueva, Edison Flores, André Carrillo, Miguel Trauco, Yoshimar Yotún, Renato Tapia y Paolo Guerrero. Con muchos en la cúspide, la escases de talento no se resolvía, pero podía hacerse algo menos evidente. 

¿Puede un entrenador como Fossati resucitar este muerto llamado selección peruana? Depende. Puede, si es que sabe encontrar el punto medio entre la novedad de la sangre fresca como Sonne y la solvencia de la veteranía como Lapadula. 

Así es, la clave como con Gareca, no es el profuso trabajo a futuro, va más bien por saber gestionar el presente. Como leí alguna vez, el truco está en la buena gestión de la miseria.