Los últimos años no supieron captar ingresos pese a alquileres
Uno de los mayores problemas de la Sociedad de Beneficencia Pública del Cusco es que no recibe presupuesto del Estado para atender a las personas es condición de desamparo, como ancianos, niños o personas con enfermedades mentales. Debe autofinanciarse con el alquiler de las más de 60 propiedades que tiene en Cusco, muchas de estas están ubicadas en zonas céntricas, bastante preferenciales.
NO HAY APOYO. Sin embargo, la Beneficencia se ha manejado sin estrategia comercial, ni de sostenibilidad. Esto no ha impedido incrementar el apoyo a las personas desvalidas, que es su principal objetivo. De S/ 15 millones recaudados el 2021, al año siguiente bajaron a 12, y para este año el gerente de la Beneficencia Franco Usca, se ha comprometido a recaudar 17. En los últimos años y bajo un proceso de recentralización a favor del Estado, la Beneficencia dejó de ser de manejo público, para ser operada con estándares del privado. La mayoría del directorio ya no lo ostenta la municipalidad de Cusco que sólo designa a dos de los cinco miembros, otros dos son puestos por el Ministerio de la Mujer y otro por el Gobierno Regional Cusco. Esta composición ha generado un manejo ineficiente que ayer fue puesto en evidencia. Además, cerca de 60 trabajadores estarían por reincorporarse a la Beneficencia debido al mal manejo de personal durante las anteriores gestiones.
Mas de 20 Millones de dólares es lo que deberá invertir la empresa que gane la concesión del Hotel Cusco, que está en manos de la Sociedad de Beneficencia. La licitación internacional se ha programado iniciar este año. La empresa Consettur que pretendía los derechos de concesión que ganó el 2001 ha perdido todos los procesos judiciales que planteó a la Beneficencia y podría pagar una indemnización millonaria.