Entre el 30 y 40 % de la población participa en los simulacros, el resto no lo hace
La tarde del sábado 18 de febrero, un sismo de magnitud 3.8 sacudió a la ciudad de Cusco, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP). El evento se registró a las 15:35 horas y el epicentro fue en la provincia Calca, a 10 kilómetros al noreste de Cusco, a una profundidad de 14 kilómetros.
Lo que originó la alarma, según IGP, es una falla geológica. Sin lugar a duda este tipo de acontecimientos no hace preguntarnos, si estamos preparados para este tipo de emergencias.
Los simulacros son una manera de saber cómo debemos actuar de registrarse un sismo prolongado que podría concadenar en una tragedia; sin embargo, cuando se desarrollan estos ejercicios, no son acatados por la ciudadanía.
El ex director de la Oficina de Gestión de Riesgos del Gobierno Regional del Cusco, Roberto Abarca, citó que durante el desarrollo de estas actividades preventivas, en el 2022, únicamente participaban entre el 30 y 40 % de la ciudadanía, la otra parte desarrollaba sus labores con ‘normalidad’.