Ya se interceptaron más de 600 kilos de clorhidrato en lo que va del año
La Ciudad Imperial se ha convertido en el nuevo corredor de la droga que es elaborada en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). La travesía tiene varias rutas, una de ellas inicia en Ayacucho con destino a Cusco vía Andahuaylas. Luego la ilegal mercadería continúa su recorrido a Puno o Madre de Dios y sale al exterior por la frontera con Brasil y Bolivia, para llegar finalmente al mercado internacional.

TRANSPORTE. Últimamente, mediante la División de Investigación Criminal (Divincri) de Cusco, se interceptaron 27 ladrillos de droga, con un peso aproximado de 18 kilos, que eran transportados en un vehículo de la empresa de transporte de pasajeros ‘Los Chankas’, mediante la modalidad de encomienda. “Se ha interceptado droga, en una cantidad de 27 ladrillos que llegan aproximadamente a los 18 kilos en la empresa Los Chankas. Estamos en plena investigación, (en estos días) estaremos haciendo una conferencia de prensa, respecto de está intervención de droga, que por reiteradas veces llega a través de esta empresa y en la modalidad de encomienda”, refirió.
El jefe de la Divincri, coronel PNP Julio Becerra, quien mencionó que entre las acciones a destacar este año, figura la incautación de más de 600 kilos clorhidrato de cocaína y 200 kilos de marihuana, en la jurisdicción de Cusco, lo cual representa un duro golpe a las mafias que se dedican a la comercialización de la ilegal mercadería, que ahora han optado por utilizar la ciudad para trasladar la droga al exterior del país, donde su precio llega a cifras astronómicas.